La higiene dental y la prevención de maloclusiones en los niños son muy importantes para evitar problemas futuros de caries y de funcionalidad de los dientes de tus hijos. Te damos las claves para que cuides de la salud dental de tus hijos:
Higiene diaria: una lucha que debes ganar
A partir de los dos años los niños pueden empezar a lavarse los dientes. Aunque todavía tienen los dientes de leche, es buen momento para adquirir el hábito de higiene dental y bucal.
A muchos niños les cuesta hacer suyos estos hábitos. Pero es una lucha en la que los padres no debéis dejar caer las manos. Sé creativo: explícales la importancia de lo que están haciendo, juega con ellos a ser “niños grandes”, utiliza pasta de dientes y enjuagues bucales con sabores agradables, felicítalos por sus avances.
Con este hábito estás ayudando a tu hijo ahora y toda su vida. Así que no desistas si al principio le cuesta.
Revisiones anuales: lleva a tu hijo al odontopediatra
Es recomendable que los niños se revisen anualmente desde los 6 años. A esta edad los incisivos superiores e inferiores ya son definitivos o están erupcionando, y el diagnóstico precoz de posibles alteraciones del crecimiento óseo es ya visible.
No obstante, a partir de los 3 años se pueden empezar a hacer revisiones del niño con el odontopediatra, y así empezar a controlar el crecimiento de los dientes y posibles caries. En el caso de muchas alteraciones, es mejor corregirlas antes de que haya finalizado el recambio dentario.
Corregir desde pequeños: ortodoncia
La ortodoncia interceptiva soluciona o mejora problemas de oclusión, y prepara para tratamientos más sencillos de apiñamiento cuando haya finalizado el recambio dental. Tratar las maloclusiones a esta edad es una manera sencilla de corregir alteraciones y evitar en muchos casos, tratamientos de ortodoncia más complejos e incluso una futura cirugía ortognática.
Por ello, es mejor actuar a esta edad y corregir futuros problemas de mala oclusión dental.
La ortodoncia es más eficaz en los niños que en personas de edad más avanzada. Especialmente eficaz resulta en el momento del máximo pico de crecimiento. Este es un período de aproximadamente nueve meses en el que el niño crece rápidamente. El ortodoncista puede determinar su inicio midiendo la edad ósea, mediante una radiografía de la zona cervical o de la mano.
Durante esta fase del desarrollo de niño se sustituyen molares temporales por los premolares definitivos que son más pequeños. Esta diferencia de tamaño deja espacios en el sector lateral que pueden ser aprovechados para un tratamiento de ortodoncia más eficaz.
Los tipos de aparatos de ortodoncia que se indiquen dependerán de la maloclusión del niño. Por eso, no es posible generalizar según la edad, sino estudiando el caso y determinando qué tratamiento solucionará de mejor manera la oclusión del paciente.